Fuente: Clarín Arquitectura, BA, 29 sep 2009
LA C.3
Los costos de modificar el código
Magdalena Eggers-arquitecta, .
Ya sabemos que nuestros diputados no pueden estar en todo, y para eso tienen sus asesores. También sabemos que a veces se les escapan cosas y firman sin leer, o leen pero no entienden. Pero lo que no sabemos, la mayoría de las veces, es que esos descuidos nos traen graves consecuencias a los ciudadanos. Pongamos por caso a la Ciudad de Buenos Aires: al aprobar la Ley Tarifaria, este año, se olvidaron de transcribir algunos artículos (como el 70 y el 78 del año 2008, por ejemplo), y por eso el Gobierno Porteño no puede cobrar tasa por las habilitaciones comerciales ni las consultas a Planeamiento, entre otras cosas.Pero las omisiones más escandalosas se produjeron al aprobar el Código de Planeamiento del año 2000: ya se publicaron varias ediciones de interpretaciones para intentar tapar algunos baches mediante decretos. Pero, como me dijo hace poco alguien de la Comisión de Planeamiento de la Legislatura, "nosotros estamos para redactar leyes, la aplicación es un problema del (Poder) Ejecutivo".
Podemos empezar comentando que al quitar el inciso b) del artículo 4.2.5. se quedaron sin tanque de agua elevado los distritos que tienen plano límite, como el R2b: al agua hay que presurizarla y rogar para que no haya cortes de luz.O haciendo notar que un travieso dibujante corrió la línea que limita al C3II de la zona de Avellaneda y Nazca, desde Emilio Lamarca hasta San Nicolás, sin que mediara un correlato en el texto que lo defienda, transformando de esta forma esas manzanas en altamente comerciales, para beneficio de quién sabe qué intereses.Al distrito E3 (de equipamiento que generalmente rodea a los hospitales) se le quitaron todos los párrafos que hablaban de FOT (la cantidad de metros cuadrados que se pueden construir en función de la superficie del terreno), dejando sólo el último, que correspondía a torres de oficinas, y que era 3. Cabe aclarar que hasta ese entonces, el FOT para el uso vivienda en esa zona era 1.
Pregunté a un funcionario si no se les había ido la mano al triplicarlo, y me comentó que en realidad debían haber establecido dos tipos de E3, uno más central y otro barrial, porque cambiaron ese valor pensando en el entorno de la Facultad de Medicina. Por eso, cuando los vecinos de Coghlan alzaron su voz, ya habían desaparecido muchas de las casitas de estilo inglés próximas a la estación, por el simple pecado de estar cerca del Hospital Pirovano. Algo parecido sucedió a los vecinos de Caballito con el entorno del Hospital Durand. Los vecinos de Palermo Hollywood en cambio, perdieron el tren y el barrio de casas bajas próximo a las vías pasó a ser un universo de torres con amenities, tal como exige la moda.
Pero lo que más llamó mi atención fue la omisión del párrafo de FOT en el distrito C3II, que en ese entonces era 2 (o sea: dos veces la superficie del terreno). Llamé a la Legislatura, pensando que se trataba de un error. Consultaron al mentor del proyecto, el tan recordado doctor (no por su actuación en el campo de la medicina precisamente) Rubén Campos, a cargo de la Comisión de Planeamiento, quien respondió que se quitó a propósito, para fomentar la centralidad de las avenidas barriales. Traducido: como se permiten 8 o 9 pisos, en algunos casos el FOT pasó a ser 8 o 9. Gracias a esto conviven hoy en una misma manzana –muchas veces minúsculas porque dan a pasajes como es el caso de las avenidas Del Carril, De los Incas, Segurola o Alvarez Jonte en la zona de ensanche– pequeños lotes con casitas de dos plantas junto a paredones de 32 metros de alto. Es el caso de los vecinos de Villa Pueyrredón, que piden a gritos que no sigan destrozando la señorial Avenida Salvador María del Carril (foto) con solitarias torres de cemento. Nada menos que treinta y dos edificios a lo largo de catorce cuadras.
http://www.clarin.com/suplementos/arquitectura/2009/09/29/a-02008120.htm
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Declararon monumento histórico nacional al edificio de la Aduana
Fuente: La Nacion
El edificio fue construido por Eduardo Lanús y Pablo Hary en 1910, y se encuadra dentro del repertorio formal y compositivo del clasicismo francés del siglo XVIII
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LA NACION, ARQUITECTURA, BA, Martes 29 de setiembre de 2009 | Publicado en edición impresa
(Télam). -El centenario edificio donde funciona la sede central de la Aduana en la ciudad de Buenos Aires fue declarado monumento histórico nacional por el Poder Ejecutivo, según publicó el 28 de septiembre Boletín Oficial.
La medida fue propuesta por la Secretaría de Cultura de la Nación y está contenida en el Decreto 1309/09 firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En los fundamentos del decreto se explica que la sede de la Aduana, con acceso por la calle Azopardo 350 y la avenida Ingeniero Huergo 351, es un testimonio de la creciente importancia que adquirió la ciudad de Buenos Aires desde fines del siglo XIX y de la infraestructura desarrollada para responder a uno de los aspectos centrales de la recaudación fiscal del país.
Fue proyectada por los arquitectos Eduardo Lanús y Pablo Hary, y las obras, que comenzaron en 1909, finalizaron en octubre de 1910 cuando fueron inauguradas por el entonces Presidente de la Nación, José Figueroa Alcorta.
Se destaca además que el valor arquitectónico del edificio, estilísticamente encuadrado en el repertorio formal y compositivo del clasicismo francés del siglo XVIII, se organiza a partir de un eje central de simetría coincidente con su acceso principal, que está flanqueado por pares de columnas rematadas por figuras alegóricas.
En el interior se destaca la calidad de factura de las escaleras en mármol de Carrara, los detalles ornamentales con vegetales y cabezas de animales, y las carpinterías de hierro y barandas, que presentan un elaborado diseño con figuras de antorchas y guirnaldas de acanto y laureles frutados.
El edificio fue construido por Eduardo Lanús y Pablo Hary en 1910, y se encuadra dentro del repertorio formal y compositivo del clasicismo francés del siglo XVIII
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LA NACION, ARQUITECTURA, BA, Martes 29 de setiembre de 2009 | Publicado en edición impresa
(Télam). -El centenario edificio donde funciona la sede central de la Aduana en la ciudad de Buenos Aires fue declarado monumento histórico nacional por el Poder Ejecutivo, según publicó el 28 de septiembre Boletín Oficial.
La medida fue propuesta por la Secretaría de Cultura de la Nación y está contenida en el Decreto 1309/09 firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En los fundamentos del decreto se explica que la sede de la Aduana, con acceso por la calle Azopardo 350 y la avenida Ingeniero Huergo 351, es un testimonio de la creciente importancia que adquirió la ciudad de Buenos Aires desde fines del siglo XIX y de la infraestructura desarrollada para responder a uno de los aspectos centrales de la recaudación fiscal del país.
Fue proyectada por los arquitectos Eduardo Lanús y Pablo Hary, y las obras, que comenzaron en 1909, finalizaron en octubre de 1910 cuando fueron inauguradas por el entonces Presidente de la Nación, José Figueroa Alcorta.
Se destaca además que el valor arquitectónico del edificio, estilísticamente encuadrado en el repertorio formal y compositivo del clasicismo francés del siglo XVIII, se organiza a partir de un eje central de simetría coincidente con su acceso principal, que está flanqueado por pares de columnas rematadas por figuras alegóricas.
En el interior se destaca la calidad de factura de las escaleras en mármol de Carrara, los detalles ornamentales con vegetales y cabezas de animales, y las carpinterías de hierro y barandas, que presentan un elaborado diseño con figuras de antorchas y guirnaldas de acanto y laureles frutados.
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Avenida Paseo Colón,
Calle Azopardo,
Preservacion
jueves, 3 de septiembre de 2009
La casa del Virrey Liniers está en venta
Fuente:http://www.isaproduccion.com.ar/index.php/sociedad/38-sociedad/6737-la-casa-del-virrey-liniers-esta-en-venta
La histórica casa del Virrey Liniers, ubicada en el barrio porteño de San Telmo, está en venta por 2.5 millones de dólares.
Por ahora, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires desistió de la compra por falta de presupuesto.
Construido por la familia Sarratea en el siglo XVIII, el edificio de estilo colonial fue ocupado por el virrey Liniers y fue el escenario de la firma de rendición de los ingleses tras su segundo intento de invasión, en 1807.
Hoy en día, la casa pertenece a la Editorial Estrada, que ofreció vendérsela al gobierno de la ciudad.
Sin embargo, tras algunos meses de negociaciones la venta se cayó por "falta de presupuesto", confirmaron fuentes tanto de la editorial como del gobierno de la ciudad. De hecho, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, aseguró que "la voluntad del gobierno porteño sigue siendo comprar la casa. Pero este año no disponemos de los recursos".
La casa del virrey Liniers mide unos 3 mil metros cuadrados y tiene una entrada por Defensa (por donde se accede a la editorial) y otra por Venezuela. Su estructura la hacía ideal para instalar el Archivo y el Instituto Histórico y el área de Patrimonio de la ciudad.
La ciudad pensaba desembolsar los 2.5 millones de dólares que piden por la casa dentro del programa "Reconquista y Defensa de Buenos Aires", por el que se están recuperando los edificios históricos con miras al Bicentenario de la República.
Sin embargo, ante la falta de presupuesto la compra tendrá que esperar, sobre todo porque desde la editorial espera que sea el gobierno porteño quien adquiera la casa porque "sería así patrimonio de todos los habitantes de la ciudad", según explicó Tomás Estrada, accionista minoritario de la editorial.
La histórica casa del Virrey Liniers, ubicada en el barrio porteño de San Telmo, está en venta por 2.5 millones de dólares.
Por ahora, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires desistió de la compra por falta de presupuesto.
Construido por la familia Sarratea en el siglo XVIII, el edificio de estilo colonial fue ocupado por el virrey Liniers y fue el escenario de la firma de rendición de los ingleses tras su segundo intento de invasión, en 1807.
Hoy en día, la casa pertenece a la Editorial Estrada, que ofreció vendérsela al gobierno de la ciudad.
Sin embargo, tras algunos meses de negociaciones la venta se cayó por "falta de presupuesto", confirmaron fuentes tanto de la editorial como del gobierno de la ciudad. De hecho, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, aseguró que "la voluntad del gobierno porteño sigue siendo comprar la casa. Pero este año no disponemos de los recursos".
La casa del virrey Liniers mide unos 3 mil metros cuadrados y tiene una entrada por Defensa (por donde se accede a la editorial) y otra por Venezuela. Su estructura la hacía ideal para instalar el Archivo y el Instituto Histórico y el área de Patrimonio de la ciudad.
La ciudad pensaba desembolsar los 2.5 millones de dólares que piden por la casa dentro del programa "Reconquista y Defensa de Buenos Aires", por el que se están recuperando los edificios históricos con miras al Bicentenario de la República.
Sin embargo, ante la falta de presupuesto la compra tendrá que esperar, sobre todo porque desde la editorial espera que sea el gobierno porteño quien adquiera la casa porque "sería así patrimonio de todos los habitantes de la ciudad", según explicó Tomás Estrada, accionista minoritario de la editorial.
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